Evolución, predicciones, y seguridad
Siete meses ya. Desde que volví de las vacaciones de verano han pasado siete meses. Y qué locura, madre. Primero, porque el nivel de interés y de actividades que hay es enorme. Entre los grandes clientes de toda la vida, entre los fabricantes de software (y en empresas de servicios de toda la vida que están viendo cambiar el modelo de la industria y, probablemente lo más divertido, entre las startups.
De los clientes de toda la vida tengo que decir que muchos de ellos no se dejan mencionar en público y que impera la natural prudencia. Pero va a haber muchas, muchas sorpresas. En las últimas semanas ya hemos pasado los primeros pedidos en los Enterprise Agreements (el sanctasanctorum de la relación comercial de Microsoft con sus grandes clientes) y la cosa tiene pinta de que sólo está empezando. Quizá los casos más significativos sean los de Catalana Occidente y MRW, sobre todo este último por el enorme calado que tiene el proyecto. Es, ni más ni menos, que la aplicación clave de su operativa diaria. Y ya se han llevado su primer premio por ello.
De los partners… es imposible contar aquí todo lo que me ha pasado en los últimos meses. La cantidad de reuniones, información, proyectos, trabajo. Solemos decir en Microsoft que nuestra red de socios es uno de nuestros grandes activos, y la realidad no sólo lo confirma sino que resulta abrumadora. Seguro que me dejo alguno (me disculpen si eso, y si me avisan lo corrijo), pero entre grandes y pequeños tenemos actividad comercial en clientes nada menos que en empresas como: Accenture, Avanade, Aventia/Renacimiento, Fujitsu, Ilitia, Indra, Kabel, Nextel, Pasiona, Plain Concepts, Raona, Softeng, Sogeti, SolidQ, Spenta y Tecnigral. (No mencionarlos sería injusto, si me he dejado a alguno fuera es igual de injusto).
De los ISVs (fabricantes de software) la parte buena es que aprovechamos el evento “Destino la nube” de hace más o menos un mes para publicar una nota de prensa. Aquí mezclamos con algunas startups, empresas que están empezando, muchas de ellas dirigidas al mercado de consumo, que me están dando un aliciente extra por lo divertidos de los modelos de negocio. Y alguna más que iremos contando.
Y otra de las grandes es la de los eventos. Es que no paramos, oiga. En estas últimas semanas hemos estado en BusinessTIC en Sevilla, en SITI/Aslan en Madrid, nos hemos ido a Bruselas a hablar de competitividad, hemos estado con el Microsoft Innovation Center de Productividad de Manresa hablando a las startups en el Fast Track to the Cloud… Y nos esperan algunos otros, como SALT2011 (nunca hubiera yo esperado hablar en un evento de logística y transporte, desde luego es un honor…)
Mientras tanto, el mundo de la consultoría sigue haciendo sus predicciones, como de este estudio de Penteo, que pongo el primero porque no es tan favorable (aunque la evolución hacia la nube es clara) o este otro de CA Technologies, que da como resultado un titular mucho más positivo (aunque los resultados no son tan distintos).
Si se fijan, en definitiva, lo que hay es una distribución normal. Mientras un 30% de la gente dice que ni le interesa ni lo considera, la parte “avanzada” de la población encuestada está abrazando las nuevas tecnologías con entusiasmo. Y tengan en cuenta que la población encuestada son los CIOs de grandes empresas, que son claramente los más realistas en cuanto a las dificultades de hacer avanzar una arquitectura de sistemas compleja como la que suelen tener las grandes compañías.
Si pensamos en las startups, la cosa está mucho más clara, y la tendencia mucho más marcada. Y si, en las grandes empresas, en vez de preguntarle a los CIOs le preguntan a los directores de áreas de negocio, les aseguro que hay razones más que sobradas para que hagan lo posible por forzar un cambio hacia la nueva manera de entender la informática. De esas razones tienen un informe completo aquí, pero en resumen se enumeran cuatro: la velocidad de mejora de las capacidades de negocio, la posibilidad de innovar con un riesgo bajo, la posibilidad de obtener un alcance global en las operaciones, y un gasto más inteligente en tecnologías de IT.
Contra esto, al final, lo único que los que quieren parar el avance acaban poniendo en la mesa es un tema: la seguridad y, como variedad asociada, el cumplimiento de normativa. Cuántas veces oigo en las reuniones: “Quién me dice a mí que eso del cloud es seguro”. Pues si me permiten, déjenme que le preguntemos a un experto: quizá los que en público están defendiendo que se van a infraestructuras en la nube por su seguridad… saben de seguridad un poco más que Vd. y yo.