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Trabajando en pijama y zapatillas

Llevamos dos meses liados montando y desmontando presentaciones y demos de, sobre todo, Windows Server 2008. Durante el mes de agosto nos dedicamos principalmente a recolectar, montar y traducir el contenido de lo que queríamos contar en ellas y a partir de septiembre nos hemos puesto manos a la obra para montar los entornos de demo con los binarios más recientes posible. Cuando trabajas con productos que están todavía en desarrollo disfrutas viendo cómo van evolucionando en funcionalidad, rendimiento y estabilidad, pero también tienes la certeza de que tu trabajo resultará efímero y que te tocará rehacer gran parte del mismo con la aparición de la siguiente Beta, CTP, Release Candidate o lo que toque.

Después de unos cuantos años sometidos a un horario de atención al cliente, que tenía, por otro lado, sus ventajas, hemos pasado a realizar un trabajo que nos permite una buena dosis de flexibilidad que se debe sobre todo a un calendario de actividades más o menos planificado, en el que las excepciones no se hacen ni difíciles ni incómodas de manejar. Por otro lado, gracias a los móviles, la ADSL, el Office Communicator, el Messenger, las VPNs y demás inventos por el estilo tenemos poca dependencia física de la oficina. Salvo para alguna reunión, recoger los binarios de alguna "build" o de algún producto descargados con nocturnidad y alevosía a nuestro pequeño servidor local desde vaya usted a saber qué servidor de qué rama del árbol DFS correspondiente, todo lo necesario para ir preparando nuestros webcasts y eventos lo llevamos puesto en la maleta.

IMG_7217 Así es que muchos días te levantas, te pegas una ducha y tienes la oficina ahí, lista para empezar a funcionar y echar un vistazo al correo mientras se hace el café del desayuno. Otros llevas a la niña al cole, haces la compra y te pones a trabajar más tarde allí donde lo dejaste la noche anterior, a veces muy de madrugada que para eso uno siempre ha sido de trasnochar. Y mientras se hace el segundo café del día, puedes matar unos cuantos bichos en la XBox o te echarte una partida de paddel-pasillo con el enano. Y si hubiese algo urgente o imprevisto que hacer, es cuestion de no más de 20 minutos en moto.

Antes de que llegara, arrollador, el segundo, tenía instalado mi despachito en una habitación donde podía desplegar tranquilamente toda la ferretería con un poco de intimidad. Después, fui relegado al rincón del salón que podéis ver en la foto, donde comparto espacio con la rana Crocki entre otros numerosos cachivaches. Debajo de la mesita camilla hay un subwoffer, un router (a veces dos), dos HDs externos, seis alimentadores, cuatro latiguillos de red, además de un revistero y un par de mantas. Luego están mi colección de DVDs, los de la subscripción a TechNet, el teléfono y las bolsitas llenas de cables USB, Firewire y conectores varios. El Tablet que está en el sofá es la máquina de trabajo y los dos portátiles donde se van montados los escenarios de las diferentes demos a base de particiones y numerosas máquinas virtuales.

Todo esto está muy bien, pero también tiene sus inconvenientes, sobre todo si tienes la suerte de que te guste tu trabajo y además se confunde con una de tus aficiones. En esos casos resulta a veces complicado desconectar. Y en las temporadas en las que el trabajo aprieta, no es ya que te lo lleves a casa, sino que éste no sale literalmente de ella. Pero bueno, uno ya es mayorcito como para saberse organizar, y si no siempre ha gente alrededor que sabe cómo advertirte.

Esta semana no tenemos webcasts por lo que Jose y yo vamos a aprovechar para preparar los detalles de la temporada de eventos presenciales que se nos avecina. Los esbozos se gestaron en un par de reuniones clandestinas en las que se tomaron las fotos que inspiraron este post. Como en su casa todavía se le respeta el despachito, y eso que me gana 3 a 2 (y le pienso dejar mantener la ventaja), pues desplazaremos allí el pedacito de Microsoft que nos toca.

Ya contaremos más de lo que hagamos.

Saludos

Technorati tags: Microsoft, Teletrabajo