La meditación y el estrés

 

 

De acuerdo a Peter Ragnar, científico naturalista, un estudio en Medical Hypotheses encontró grandes cantidades de cortisol –hormona liberada cuando el organismo presenta altos niveles de estrés- en personas que murieron de dos a siete días después de hacerse el análisis. Según Ragnar, aprender a meditar reduce drásticamente los efectos secundarios del estrés. Así mismo, la gente que descansa menos y padece más fuertemente los efectos secundarios del estrés, tiene niveles más bajos de melatonina (la hormona del sueño) y les toma más de 13 minutos poder dormirse una vez que se acuestan (por cierto un estudio encontró que las personas que duran mucho en dormirse tienen más posibilidades de morirse en los próximos 13 años). Los niveles de la melatonina se incrementan a través de la meditación y ésta también causa una reducción importante en el cortisol.

Para finalizar, los ataques de ansiedad están asociados con un incremento en los niveles de lactosa en la sangre, pero estos niveles son bastante bajos en las personas que meditan regularmente.

Los beneficios para la gente que practica meditación por al menos 5 años, van más allá de reducir el estrés. Se ha encontrado que los meditadores frecuentes tienen edades biológicas inferiores a sus edades cronológicas.