Introducción a la colaboración
¿Por qué es importante la colaboración?
En el personal moderno, las personas trabajan en diversos equipos en zonas horarias, continentes y culturas. Por ejemplo, el desarrollo de un nuevo producto requiere que ingenieros, psicólogos, programadores informáticos y vendedores trabajen juntos desde diferentes países o regiones. Todos los miembros del equipo deben tener aptitudes de colaboración sólidas e integrar su experiencia e ideas individuales en un solo producto. Para tener éxito, deben hacer lo siguiente:
- Trabaje de forma respetuosa,
- Comunicarse con claridad y
- Hacer compromisos para lograr un objetivo común.
¿Cómo preparamos a los estudiantes para estas experiencias? Para empezar, debemos desarrollar una comprensión compartida de lo que significa la colaboración. Entre las aptitudes necesarias para colaborar de forma eficaz se incluyen las siguientes:
- Negociación,
- Resolución de conflictos,
- Acuerdo,
- Distribución de tareas,
- Comunicación abierta e
- Integración de ideas en un todo coherente.
¿Cómo es la colaboración?
Los formadores suelen describir la colaboración de maneras diferentes. Para diseñar entornos de aprendizaje que promuevan las aptitudes de colaboración, los formadores deben tener primero una comprensión compartida y un lenguaje para describirla. Una vez que saben cómo es la colaboración y qué aptitudes requiere, pueden planificarla mejor. Al comprender el significado de la colaboración, los formadores diseñan actividades de aprendizaje dirigidas al desarrollo de las aptitudes necesarias para que los estudiantes sean colaboradores eficaces.
Colocar a los estudiantes en grupos pequeños y darles una tarea no garantiza la colaboración. Para aprender aptitudes de colaboración eficaces, los niños deben trabajar con otros de maneras específicas. Las actividades que promueven la colaboración requieren que los estudiantes:
- Compartan la responsabilidad,
- Tomen decisiones importantes juntos y
- Trabajen de forma interdependiente.
Esta cultura de aprendizaje pasa de un modelo de individualidad a uno de colaboración. Esto no sucede por accidente; debe diseñarse y requiere que los formadores desempeñen un papel importante para garantizar que se está llevando a cabo una colaboración genuina.