Virtualización

Introducción a Microsoft Application Virtualization

Anthony Kinney

Este artículo está basado en una versión preliminar de App-V. Por lo tanto, toda la información de este documento está sujeta a cambios.

De un vistazo:

  • Arquitectura de App-V
  • Administración de las aplicaciones virtuales
  • Uso del secuenciador de App-V
  • Integración de App-V con el Administrador de configuración

Contenido

La arquitectura de App-V
Cómo funciona la infraestructura completa de App-V
Actualización de las aplicaciones virtuales
Proceso de secuencias
Versión 4.5

Microsoft Application Virtualization (o App-V) es una de mis aplicaciones preferidas. App-V antes era conocida como SoftGrid, y yo llegué a Microsoft tras la adquisición de la compañía que creó SoftGrid, llamada Softricity. Hoy estoy contento de tener la oportunidad de escribir este artículo para TechNet Magazine, ya que han cambiado muchas cosas desde que se produjo la adquisición.

La mejor manera de enfocar App-V es hablar primero de los desafíos que los profesionales de TI afrontan en relación con la administración empresarial. Los escritorios empresariales de hoy en día están inundados de aplicaciones. Antes de instalar cualquier aplicación, deben pasar por unas largas pruebas de regresión para asegurarnos de que la aplicación puede coexistir con las otras ya instaladas en el sistema, sin que ello afecte a la capacidades de éstas de ejecutarse correctamente. Después, la aplicación deberá seguir una serie de procesos de implementación antes de llegar a la fase de producción. Y, como básicamente una aplicación sólo está disponible allí en donde está instalada, sus usuarios se ven atados a equipos específicos. Esto hace que los proyectos complejos y más importantes, tales como las migraciones de sistemas operativos y de aplicaciones, las actualizaciones de seguridad y la planificación de la recuperación ante desastres, se compliquen aún más.

App-V cambia todo esto. Más que una serie compleja de pasos laboriosos que consumen recursos, con App-V, la administración del escritorio se convierte en un proceso más sencillo y automatizado. Se pueden implementar, aplicar revisiones, actualizar y finalizar aplicaciones de forma fácil y con unos resultados mejores.

Con App-V, un usuario puede sentarse en cualquier escritorio y tener acceso a todas sus aplicaciones. Las aplicaciones se distribuyen a petición pero, de hecho, se ejecutan como si se hubiesen instalado de forma local. De esta manera, no hay necesidad de instalar los componentes de la aplicación ni de alterar el dispositivo host.

Este uso de la virtualización puede cambiar drásticamente la forma en que los profesionales administran sus escritorios. El hecho de no alterar el dispositivo host y de ejecutar aplicaciones virtualizadas, en cambio, introduce numerosas ventajas, entre las que se incluyen:

  • Menor número de conflictos con las aplicaciones
  • Actualizaciones de las aplicaciones más rápidas y fáciles
  • La posibilidad de ejecutar múltiples versiones de la misma aplicación en paralelo
  • Aplicaciones flexibles que siguen a los usuarios tanto cuando están conectados como cuando no lo están
  • Pruebas de regresión de aplicación a aplicación

La arquitectura de App-V

Ahora vamos a ver lo que realmente sucede entre los bastidores de la plataforma App-V. Esta plataforma está formada por varios componentes principales: un secuenciador, una base de datos, clientes, un servidor de administración, un servidor de transmisión y una consola de administración (consulte la figura 1).

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Figura 1 Diseño de un entorno App-V (haga clic en la imagen para ampliarla)

En el centro del sistema de App-V está el cliente App-V. Hay dos tipos de clientes que pueden usarse: el cliente de Terminal Server y el cliente de escritorio. En cualquiera de los casos, es necesario instalar el cliente en cada uno de los escritorios y Terminal Server en aquellos en los que prevé implementar las aplicaciones virtuales. El cliente ocupa relativamente poco espacio en disco. Instala un controlador y cuenta con un componente visible del tiempo de ejecución del usuario que aparece como un indicador de bandeja.

El cliente reúne una lista de aplicaciones virtuales desde el servidor de administración de App-V y muestra las aplicaciones virtuales que hay disponibles. Controla el inicio de estas aplicaciones (cuando las inicia el usuario) y administra la memoria caché del cliente. El cliente también es responsable de la administración para la creación del entorno virtual del tiempo de ejecución y se asegura de que cada entorno ejecute su propia burbuja virtual. Este entorno virtual incluye varios componentes, incluidos un registro virtual, un sistema de archivos virtual y un administrador de servicios virtual.

Para la implementación de la infraestructura en App-V 4.5, hay tres opciones disponibles: la infraestructura completa, la infraestructura ligera y el modo independiente. Al implementarse una infraestructura completa, el servidor incluye App-V Management Server y App-V Streaming Server (éste último es un componente nuevo del que hablaremos dentro de un momento). App-V Management Server hospeda y distribuye las aplicaciones centralizadas virtuales, y además actualiza las aplicaciones virtuales cuando se aplican las revisiones o actualizaciones.

Este servidor de administración depende de SQL Server para hospedar la base de datos de App-V, la cual contiene la configuración y los valores de las aplicaciones virtuales. Para aprovisionarse de los permisos y poder controlarlos para las aplicaciones virtuales, deben usarse grupos de Active Directory como la herramienta de administración central.

Para administrar los valores y la configuración, la plataforma de App-V proporciona un servicio web de Microsoft .NET Framework que puede cargarse en el mismo servidor, siempre y cuando tenga instalado IIS. Este servicio web actúa como un enlace entre la consola de administración de App-V, un complemento de Microsoft Management Console (MMC) y la base de datos de App-V. Los administradores pueden usar la consola para publicar y administrar las aplicaciones virtuales, asignar grupos de Active Directory y valores de control del servidor, así como ejecutar informes sobre el uso de las aplicaciones virtualizadas (consulte la figura 2).

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Figura 2 Consola de administración (haga clic en la imagen para ampliarla)

La infraestructura ligera incluye el servidor de transmisión de App-V, el cual habilita las capacidades de transmisión como la actualización activa o de paquetes. Esta opción no requiere Active Directory ni SQL Server, no cuenta con ningún servicio de configuración de escritorio y carece de las capacidades de licencia y medición. La infraestructura ligera sí que permite, sin embargo, que las capacidades de transmisión sean agregadas a System Center Configuration Manager (SCCM) y a otras soluciones de implementación de software empresarial (ESD) de terceros.

En el modo independiente, el secuenciador de App-V puede crear un archivo MSI que automatice la adición de la aplicación virtual (consulte la figura 3). El archivo MSI contiene metadatos que permiten que cualquier sistema de ESD lo reconozca y controle la aplicación virtualizada. Este modo requiere que el cliente entre en el modo independiente, que sólo permite actualizaciones de las aplicaciones virtuales basadas en MSI, mientras que la transmisión por secuencias no está permitida en este modo. Este modo ofrece a las organizaciones la posibilidad de usar las capacidades de aislamiento de App-V.

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Figura 3 El secuenciador de App-V (haga clic en la imagen para ampliarla)

Los archivos MSI son muy flexibles, ya que pueden ejecutarse de forma completamente independiente con un solo cliente App-V y no requieren componentes de servidor. Esto significa que pueden implementarse de forma manual, mediante disco o mediante las herramientas de implementación tradicionales.

En App-V 4.5, los protocolos HTTP y HTTPS ahora son compatibles con los protocolos de transmisión, lo que permite obtener un mejor rendimiento de la transmisión por secuencias además de un protocolo adoptado de forma más amplia, especialmente para la transmisión por secuencias en todos los entornos seguros de la red de área extensa (WAN) y de Internet.

Cómo funciona la infraestructura completa de App-V

Un usuario inicia sesión en un dispositivo que tiene uno de los clientes instalados (App-V Terminal Services o cliente de escritorio), y este cliente envía una solicitud al servidor para conseguir una lista de aplicaciones asignadas al usuario actual. El servidor se comunica con Active Directory para determinar de qué grupos es miembro el usuario y, a continuación, devuelve la lista de aplicaciones al cliente. El cliente empieza a crear anuncios para las aplicaciones virtuales que hayan sido asignadas a ese usuario concreto.

Durante este proceso de publicación, se llevan a cabo varias acciones:

  • Se copian los archivos de configuración
  • Se crean los iconos de escritorio
  • Se crean vínculos Enviar a
  • Se crean carpetas del menú Inicio
  • Se configuran los tipos de archivos

Este proceso es muy rápido y, lo que es más importante, asegura que el entorno presente exactamente el aspecto que el usuario espera, sin que haya cambios visuales. Las aplicaciones virtuales actúan como si estuvieran instaladas de forma local, pero, por supuesto, no alteran el equipo host. Los iconos, en lugar de apuntar a los archivos ejecutables que residen en el directorio de archivos de programa, apuntan al cliente de App-V, que depende de un archivo selector (un archivo OSD) para su configuración.

Es importante tener en cuenta que este proceso tiene muy poca repercusión sobre la red porque, a diferencia de las implementaciones de software tradicionales, no se instala nada. Esto tiene grandes ventajas, especialmente en lo relativo a la movilidad de los entornos de usuario, ya que las aplicaciones están disponibles para el usuario pero, de hecho, no se proporciona nada hasta que se inicia alguna aplicación. Este método de anuncios es también lo que proporciona las características de aplicaciones a petición y de movilidad de App-V.

Cuando el usuario inicia una aplicación virtual, el cliente lee un archivo de configuración OSD, que previamente ha sido almacenado en el equipo local. Éste informa al cliente sobre qué protocolo debe usar al comunicarse con el servidor de administración de App-V y en qué servidor se encuentra la aplicación.

El servidor adecuado responde al cliente transmitiendo en secuencias el umbral inicial, que es normalmente de entre el 20 y el 40 por ciento de la aplicación completa. Una vez que transmitido todo el umbral de inicio (de nuevo, de entre el 20 y el 40 por ciento de la aplicación), la aplicación virtual estará preparada para ejecutarse.

La transmisión por secuencias es realmente uno de los elementos clave del cambio de paradigma que se introduce con App-V. Envía lo justo de una aplicación de forma que pueda ejecutarse sin malgastar el valioso ancho de banda de la red. Todos los datos que deben proporcionarse al cliente se encuentran en un archivo de la memoria caché local del dispositivo y cualquier inicio posterior de la aplicación se inicia desde la memoria caché local, lo cual elimina el tráfico adicional de la red.

Una vez que la aplicación virtual ha finalizado la transmisión por secuencias, el cliente construye un entorno aislado que evita que la aplicación altere el equipo local (en otras palabras, la aplicación no dispone de superficie de cliente). El cliente sí que permite, sin embargo, que las aplicaciones virtuales tengan acceso al sistema de archivos local al guardarlos y editarlos, y también permite que la aplicación interactúe con los servicios locales (como la impresora), siempre y cuando el usuario disponga de los privilegios adecuados en el sistema local. Sin embargo, cualquier cambio hecho por una aplicación virtual a los archivos del sistema local y al registro se redireccionan al entorno virtualizado de tal forma que el dispositivo de host permanece sin cambios.

Al ejecutar la aplicación, cualquier característica que no haya sido usada anteriormente se proporciona a medida que se va necesitando y se almacena en la memoria caché para poder usarse más adelante. La ventaja de esto es que en primer inicio sólo se cargan los componentes que necesita el usuario, y así las características que no son necesarias no consumen recursos de red. (La nueva versión ofrece algunas mejoras del almacenamiento en la memoria caché del cliente que permiten un uso de la caché más inteligente y una transferencia por secuencias de los antecedentes.)

Piense en Microsoft Office Word, por ejemplo. Casi todos los usuarios usan el corrector ortográfico (de hecho, yo no podría escribir este artículo sin él); por lo tanto, formaría parte del primer inicio. ¿Pero qué hay sobre la característica Ayuda de Word? No hay muchos usuarios que la usen y, por tanto, no haría falta que se proporcionara en el primer inicio de la aplicación. En lugar de eso, se enviaría a un usuario la primera vez que obtuviera acceso a ésta.

Cuando el usuario termina y cierra la aplicación, el cliente anula el entorno virtual y almacena toda la configuración de usuario en una ubicación específica de tal forma que el entorno se puede conservar y volver a generar al inicio siguiente. Cualquier porcentaje de la aplicación virtual que se hubiese transferido permanece en la memoria caché local y estará disponible al inicio siguiente. Y si otro usuario inicia sesión en el mismo sistema host e inicia la misma aplicación virtual, el nuevo usuario se reutilizará la aplicación ya almacenada en la memoria caché.

Para quitar los anuncios virtuales de la aplicación, sólo tiene que quitar al usuario del grupo correspondiente de Active Directory. Y para desinstalar la aplicación virtual completamente de un escritorio, sólo hace falta limpiar la memoria caché. Puesto que la aplicación nunca se instaló realmente de forma local, no hay mensajes molestos que pregunten: "¿Desea eliminar este componente compartido?"

Observe que, incluso si una aplicación virtual se almacena en una memoria caché, eso no significa que todos los usuarios tengan acceso a ésta. A diferencia de las aplicaciones instaladas de forma local en las que los usuarios sólo necesitan buscar o navegar por los archivos ejecutables sobre los que tienen derechos, no hay representaciones visuales o físicas de que la aplicación virtual exista, salvo que al usuario se le hayan concedido derechos explícitos a través de los grupos de Active Directory.

Actualización de las aplicaciones virtuales

La actualización se realiza mediante el secuenciador. Una vez que una aplicación ha sido revisada para incluir una actualización, se coloca en el servidor de administración de App-V, justo al lado de la versión anterior. Luego, en el siguiente inicio el servidor notificará al cliente que se ha producido un cambio. Si la versión anterior todavía está en uso, el usuario continúa teniendo acceso a esa versión, hasta que la aplicación virtual se cierra. En el siguiente inicio, se transmiten al cliente los archivos deltas que llevan a cabo la actualización y se cargan en la memoria caché, con lo que se consigue una versión actualizada de la aplicación.

Supongamos que hay 1.000 usuarios ejecutando Word 2000. Un administrador necesita actualizar Word 2000 (word2K.sft) a Word 2000 SP3, así que copia el archivo word2K.sft en la estación de secuencias y selecciona Abrir para actualizar paquete en el secuenciador. Al seleccionar Abrir para actualizar paquete, el administrador empieza a funcionar desde el último estado del paquete. Así el usuario puede copiar los archivos DLL, ejecutar actualizaciones o revisiones dentro de la aplicación virtual para actualizarla a Word 2000 SP3. De esta forma el administrador guarda el paquete actualizado.

El secuenciador asigna automáticamente un nombre de archivo nuevo, word2K_2.sft, para evitar duplicar los nombres de archivos e indicar la versión de las secuencias. Este nuevo paquete se coloca en el mismo directorio que el paquete anterior, en el servidor de administración de App-V, para que Word 2000 (word2K.sft) y Word 2000 SP3 (word2K_2.sft) acaben ubicándose en el mismo directorio. A continuación, el administrador usa la consola de administración de App-V para vincular estos dos archivos SFT.

En el cliente, los usuarios que tienen abierta una sesión de Word 2000 sin SP3 siguen operando con normalidad. Los usuarios que inician una sesión nueva de la aplicación después de que el administrador haya realizado la vinculación, recibirán un mensaje de que se ha detectado un cambio. El cliente, entonces, empieza a transmitir sólo los cambios delta entre word2K.sft y word2K_2.sft, de tal forma que actualiza automáticamente la aplicación a Word 2000 SP3.

Dada la naturaleza dinámica de las aplicaciones virtuales, revertir esta acción resulta también bastante fácil. Sólo necesita volver a ir a la consola de administración de App-V y quitar la última versión agregada. Esto hace que el cliente revierta a la versión anterior cuando vuelve a iniciar la aplicación. Para asegurarse de no cruzar datos de paquetes, el cliente purga automáticamente la memoria caché y vuelve a transmitir el archivo SFT adecuado. Se trata de un equilibrio justo si piensa en lo que debe hacerse para revertir una actualización de una aplicación que haya sido instalada físicamente con las herramientas de implementación de software más tradicionales.

Para poder apreciar las ventajas que ofrece App-V, debe crear paquetes de aplicaciones virtuales. Aquí es donde el secuenciador de App-V entra en juego. Todo el conocimiento y experiencia que tenga en el uso de scripts y en crear paquetes para herramientas de implementación de software tradicionales facilitarán su transición en secuencias. (En este punto debo indicar que el tema de las secuencias ya podría conformar un artículo por sí mismo.)

La mayoría de las soluciones de implementación de software dependen de scripts que capturan la manera en que una aplicación se instala y, a continuación, duplican el proceso en otros equipos, sin necesidad de acceder a cada uno de los equipos para instalar o actualizar las aplicaciones. Una vez que se ha instalado la aplicación, las herramientas de implementación de software habituales se deshacen del paquete. Después deberá instalar una dependencia en la que la aplicación pueda confiar, ejecutar otros scripts o realizar los pasos manuales para configurar la aplicación en función de sus necesidades.

El cambio fundamental de App-V es que el proceso de secuencias genera una imagen de una aplicación ya instalada y completa, con todas sus dependencias y configuraciones. Ésta puede "reproducirse" mediante el cliente de App-V sin necesidad de alterar el dispositivo en el que está siendo reproducida.

El secuenciador genera diversos archivos, el más importante de los cuales es el archivo SFT, que contiene todos los activos de la aplicación, las dependencias y la información de configuración. En algunos casos también puede contener múltiples aplicaciones. No es de extrañar, por tanto, que este archivo pueda llegar a ser bastante grande. Existen opciones de compresión, pero es necesario tener un sólido conocimiento de su rendimiento de red y del dispositivo. El archivo de icono (.ico) que el secuenciador crea se usa para anunciar la aplicación virtual. De esta forma, ésta actúa como si estuviera instalada de forma local.

El archivo OSD también es muy importante, y sus opciones son interminables. De forma predeterminada, es un archivo basado en XML que se usa para decirle al cliente de App-V cómo iniciar la aplicación virtual. El archivo OSD también puede modificarse para configurar y controlar cómo se inicia y se ejecuta la aplicación virtual. Le sugiero que consulte la guía del administrador de secuencias y las prácticas recomendadas de secuenciación para familiarizarse con las propiedades y valores disponibles en el archivo OSD.

Por último, el nuevo archivo manifest.xml contiene información de configuración basada en el paquete y puede usarse para la integración con soluciones ESD e implementaciones de MSI de terceros. El secuenciador también puede generar un archivo MSI para el paquete de aplicaciones virtuales. Éste puede usarse para cargar las aplicaciones virtuales en clientes independientes (sin servidor) y en un sistema ESD.

El propio secuenciador es una herramienta basada en asistente que guía al empaquetador a través del proceso de instalación de una aplicación y de su transformación en una aplicación virtual (consulte la figura 4). El primer paso le permite configurar las propiedades predeterminadas para el paquete. Estas propiedades, que se encuentran almacenadas en el archivo OSD, contienen el nombre y comentarios del paquete. Parte de la configuración avanzada le permite especificar el servidor desde el que se va a transmitir, el directorio de contenidos y qué sistemas operativos debe admitir el paquete.

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Figura 4 El asistente de secuencias (haga clic en la imagen para ampliarla)

El segundo paso es instalar, configurar y probar la aplicación. Durante la instalación, el secuenciador captura todos los cambios hechos en el sistema local, incluidos el sistema de archivos, el registro y el sistema. Este asistente también contiene unas cuantas utilidades que permiten, por ejemplo, la integración con Windows Update.

El paso siguiente es configurar las asociaciones de tipos de archivos y especificar dónde deben colocarse los accesos directos. Las colocaciones estándar incluyen el menú Inicio, el escritorio y la barra de inicio rápido, si bien también puede crear ubicaciones personalizadas.

A continuación, debe iniciar la aplicación y configurar el umbral inicial. Éste es el momento en que App-V determina la parte inicial de la aplicación que necesita proporcionarse al cliente para que la aplicación pueda empezar a funcionar.

Para configurar este código inicial (normalmente denominado bloque de característica 1 (FB1)), sólo es necesario iniciar la aplicación y usar las características más habituales que necesitan los usuarios. Por ejemplo, abra Word y, a continuación, inicie el corrector ortográfico. Cualquier DLL, archivos o claves de registro llamadas por la aplicación durante esta fase pasan a ser designadas automáticamente como parte del FB1. Ningún archivo, configuración o componentes no usados hasta el momento se agregarán a FB2. Cuando por tanto se usa la aplicación, el cliente recibe un mapa del archivo SFT que indica dónde se inicia y se detiene el FB1, y dónde existen otros archivos en el FB2. De este modo, el cliente puede recuperar esos archivos cuando la aplicación lo requiera.

El paso final en el proceso de secuencias es asegurarse de que todo se ha configurado correctamente. El secuenciador muestra el diálogo que aparece en la figura 5, que representa el archivo SFT y permite hacer algunas adiciones o cambios finales al paquete.

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Figura 5 Confirmación y ajuste de un paquete final (haga clic en la imagen para ampliarla)

Versión 4.5

Después que dos años en construcción, está previsto que App-V 4.5 salga al mercado hacia finales de este año. Ésta es la primera versión de Microsoft del producto que va a lanzarse al mercado, y promete incrementar la virtualización de aplicaciones introduciendo varias mejoras clave, tales como Dynamic Virtual Application Interaction, una escalabilidad prolongada y una alineación mejorada con los requisitos de internalización y de seguridad de Microsoft.

Dynamic Virtual Application Interaction permite que las aplicaciones virtualizadas interactúen entre sí. A esta interacción se la denomina Dynamic Suite Composition (DSC). DSC no reemplaza la capacidad de agregar múltiples aplicaciones en el mismo paquete. En lugar de eso, lo que hace es ofrecer una nueva manera de integrar las dependencias, software intermedio y complementos compartidos entre aplicaciones virtuales.

Los administradores pueden especificar qué aplicaciones virtualizadas pueden interactuar entre sí. Por ejemplo, supongamos que tiene cinco aplicaciones web que requieren la misma versión de Java. En App-V 4.1, tendría que agregar esa misma versión de Java a cada uno de los cinco paquetes por separado. Y supongamos que la versión de Java necesitaba una revisión. El administrador, por tanto, tendría que aplicar una revisión a los cinco paquetes. Con DSC, Java puede empaquetarse una vez y, a continuación, configurarse como un paquete para que las cinco aplicaciones web puedan usarlo. El resultado sería que al aplicar una revisión de Java sólo se requeriría que el administrador aplicara una revisión al paquete de Java una vez.

Lo mismo se aplica al software intermedio y los complementos. Tengo previsto crear un blog acerca de otros casos que puedan darse a medida que Microsoft avanza en el lanzamiento del producto y finaliza cualquier adición posterior.

Las mejoras de escalabilidad afectan tanto a la transmisión por secuencias como a la infraestructura del back-end. Los componentes del back-end han sido modificados para que puedan ser más compatibles con los clústeres y las situaciones de conmutación por error, y la transmisión por secuencias es más compatible con las redes WAN y LAN. Las mejoras proceden de varias adiciones que resultan clave.

Primero está el nuevo componente del servidor de transmisión, que permite la transmisión por secuencias sin necesidad de disponer de una infraestructura de back-end de Active Directory o SQL Server. Aun así, se obtienen todas las grandes ventajas de la entrega a petición y de la actualización centralizada de paquetes, pero no hay necesidad de tener que cumplir con los difíciles requisitos del back-end. Esto se usará extensamente en escenarios de sucursales y para la integración de soluciones ESD de terceros.

También en el cliente de App-V se han introducido algunas mejoras. Ahora, por ejemplo, el cliente almacena toda la información de uso a nivel local, de tal forma que esta información puede ser rastreada tanto si el sistema cliente está conectado a la red o no. La memoria caché del cliente también ha sido ampliada y mejorada para que pueda proporcionar un mejor rendimiento en escenarios con espacio en disco limitado. Asimismo, ahora también se ofrece soporte técnico para la secuenciación de las aplicaciones en otros idiomas diferentes del inglés, la ejecución de App-V en sistemas operativos en idiomas diferentes del inglés y su localización en otros lenguajes.

Integración de App-V con el Administrador de configuración

Para hacer posible la integración de App-V en SCCM 2007 R2, se han diseñado varias mejoras y nuevas características en la versión 4.5. Como apunté anteriormente, la virtualización y la transmisión por secuencias ofrecen algunas capacidades para distribuir aplicaciones que las herramientas de implementación de software tradicionales no proporcionan. No quiero decir con eso que App-V va a reemplazar a estas herramientas, sino más bien que App-V puede complementarlas y ampliarlas.

Con esta integración, el usuario obtiene toda la escalabilidad, la creación de informes, el reconocimiento de dispositivos y las características de la red WAN de SCCM, además de todas las características de transmisión por secuencias y aislamiento de App-V. Aquí se muestran algunas de las áreas que se benefician de la integración de estas dos tecnologías:

Distribución de aplicaciones La integración de SCCM R2 es compatible con todas las capacidades de la entrega a petición, las aplicaciones de movilidad, los umbrales iniciales y la implementación de aplicaciones sin alterar los PC cliente.

Actualización de SCCM Al actualizar los paquetes, los puntos de distribución (DP) solamente pueden implementar los cambios delta de las aplicaciones virtuales. Esto introduce la capacidad centralizada de revertir las aplicaciones virtualizadas a versiones anteriores mediante un solo clic.

Administración La versión R2 introdujo un nuevo asistente de anuncios para las aplicaciones virtuales que permite a los administradores implementar aplicaciones virtualizadas, así como paquetes de software tradicionales y anuncios desde una sola consola.

Empaquetado Cuando se integra App-V con SCCM, no hay necesidad de volver a empaquetar las aplicaciones. La secuencia inicial de una aplicación debe hacerse con la secuencia de App-V fuera de SCCM, no obstante, los administradores también pueden actualizar los paquetes existentes con SCCM.

Licencias Las aplicaciones virtuales pueden ser rastreadas en busca de licencias y para medición con las herramientas de SCCM.

BITS SCCM ofrece un método nuevo para implementar las aplicaciones virtualizadas en App-V mediante el protocolo BITS estándar. Aunque los puntos de distribución de SCCM pueden transmitirse en secuencias, hay casos donde la transmisión en secuencias no es el método más adecuado para implementar las aplicaciones virtualizadas. Al realizar implementaciones a través de SCCM, hay dos opciones. Puede usar la transmisión por secuencias estándar o puede usar las características de Calidad de servicio (QoS) de BITS, para poder realizar la implementación de una forma mucho más controlada. Esto resulta también útil en situaciones en las que desee cargar previamente la memoria caché antes de que los usuarios inicien la aplicación virtual.

Implementaciones de equipos SCCM ofrece la capacidad de implementar las aplicaciones virtualizadas en equipos específicos, además de seguir siendo compatible con el método orientado al usuario de la plataforma App-V. Esto puede resultar útil cuando se implementan aplicaciones virtuales en equipos portátiles, quioscos y en equipos de laboratorio. Esto también resulta práctico para el control de la licencia para los casos en que su software pueda obtener la licencia a través de un dispositivo, y no de los usuarios denominados.

Escalabilidad La necesidad de implementar dos herramientas por separado que tienen mucho solapamiento es una de las preocupaciones habituales. Al integrar las ventajas de la escalabilidad y de la red WAN de SCCM con las ventajas del aislamiento y la transmisión por secuencias de App-V, el usuario podrá usar su SCCM, el cual incluye una sola herramienta para controlar tanto la administración como la implementación, sin necesidad de tener que añadir más complejidades.

Anthony Kinney es responsable de los técnicos en ventas profesionales de Microsoft Desktop Optimization Pack. Anthony llegó a Microsoft en 2006 cuando se compró Softricity. Cuando trabajaba en Softricity, Anthony escribió y diseñó el primer programa de aprendizaje para SoftGrid (hoy App-V). Puede ponerse en contacto con él a través de Anthony.kinney@microsoft.com.