Comunidad de clase

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Crear un sentido de comunidad entre los alumnos es fundamental para cada aula o sección del curso. En un modelo híbrido, los formadores crean una comunidad a través de varias experiencias. Los alumnos deben sentirse conectados entre sí y con su instructor. Los instructores deben encontrar una manera de unir la distancia física que separa a los participantes mediante la creación de una comunidad de clase. 

Los instructores deben tener cuidado sobre cómo fomentan las relaciones con los alumnos para fomentar la conexión y la camaradería. Los formadores deben tener en cuenta cómo crearán un espacio de aprendizaje virtual agradable y cómo establecerán su presencia de profesor en ese espacio. Los alumnos necesitan ver a sus instructores como "personas reales". Cuando los educadores son auténticos, los alumnos se sienten conectados y seguros para compartir sus pensamientos y necesidades. Los alumnos se conectan mejor con instructores que no tienen miedo de mostrar sus personalidades. 

Los instructores pueden empezar publicando un vídeo introductorio para dar la bienvenida a los alumnos al espacio de aprendizaje virtual.  Los avisos de debate o las actividades sociales virtuales ayudan a los alumnos a obtener más información sobre su instructor y entre ellos. Las actividades tradicionales para romper el hielo que se realizan en persona deberán renovarse para desarrollar conexiones con alumnos tanto presenciales como virtuales. Los formadores pueden crear canales sociales para que los alumnos se conozcan entre sí.  El establecimiento de rutinas y costumbres en la clase ofrece a los alumnos algo que esperar y los anima a participar a lo largo del curso.

Según resiliencia y transformación para el futuro del aprendizaje, un componente crucial del éxito en un entorno híbrido será el nivel de comodidad de los alumnos al comunicarse en línea y colaborar con compañeros.

"Si la distancia y el aprendizaje híbrido van a tener éxito en futuras iteraciones, los alumnos necesitarán más experiencia para comunicarse en línea, y oportunidades emocionalmente seguras para comunicarse y colaborar con compañeros y profesores en tiempo real, por ejemplo, a través de publicaciones, chats de equipo o reuniones en vivo". (11)

Cuanto más practiquen los alumnos la comunicación en el aula virtual, más cómodos se sentirán. Comience con actividades colaborativas de bajo riesgo en las que los alumnos establezcan normas grupales y aprendan a trabajar juntos. Estas actividades son una forma eficaz de facilitar a los alumnos proyectos de grupo más grandes en los que cada alumno tiene un rol definido y cada uno depende entre sí para completar la tarea. 

Como colaboradores en un entorno virtual, los alumnos deben practicar la ciberseguridad y seguir las reglas de la educación digital. Los instructores pueden establecer las reglas para la cortesía en línea o pueden llevar a los alumnos a través del proceso de normalización del grupo para crear pautas. Una vez establecidos, los principios de ciudadanía digital deben quedar claros, deben ser reiterados y nunca olvidados. Los alumnos deben comprender que su propósito siempre es protegerse a sí mismos, ser considerados con los demás y ser respetuosos con las ideas y el trabajo de los demás. 

La conexión importa de más de una manera en un entorno de aprendizaje híbrido. Un sentido de comunidad desempeña un papel esencial en el aprendizaje. La investigación seminal del psicólogo Lev Vygotsky señaló que "el aprendizaje despierta una variedad de procesos de desarrollo internos que son capaces de funcionar solo cuando el [estudiante] está interactuando con personas en su entorno y en cooperación con sus compañeros" (Darby 78). La zona de desarrollo Desfasado de Vysky destaca que la interacción de alumno a alumno ayuda a crear un nuevo aprendizaje. Los alumnos deben trabajar juntos para aprender y tener éxito en un entorno híbrido. Los alumnos necesitan que su instructor y sus compañeros aprendan. 

Para crear una comunidad sólida, el bienestar de los alumnos debe estar a la vanguardia de los entornos híbridos. La investigación demuestra que la emoción es el punto de entrada a la motivación, la cognición y la atención.  Es primordial establecer protocolos y procedimientos para controlar a los alumnos, evaluar sus necesidades e identificar cuándo los instructores pueden ayudar. Para los alumnos más jóvenes, una encuesta para padres o tutores revela las necesidades de los alumnos y cuánta orientación y apoyo de adultos tendrán los alumnos cuando trabajen de forma remota. En el caso de los alumnos mayores, una encuesta a los alumnos revela demandas fuera de la escuela y otras presiones que pueden interferir con el éxito de los alumnos en la clase. Los instructores que muestran a los alumnos que se preocupan y que realmente trabajan para ayudar a los alumnos que los necesitan, tendrán alumnos motivados y comprometidos.