Desafíos de la recopilación de rocas espaciales

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Si piensa que la parte difícil de recoger rocas espaciales acaba tras lanzar un cohete para que recorra los 384 399 km que nos separan de la Luna, se equivoca. Incluso después de que los astronautas o los vehículos especiales lleguen a la Luna, la selección de rocas útiles para la investigación es un desafío complicado. Debido a las limitaciones de espacio de los cohetes para transportar las muestras de vuelta y a la cantidad de tipos de rocas distintos que existen, la decisión de cuáles elegir y cuáles descartar es un proceso complejo.

Podría pensar en el reto de esta manera:

Si solo pudiera elegir un lugar en la Tierra para estudiarla y conocerla a la perfección, ¿cuál sería?

Ese lugar no existe. Por lo tanto, reducirá el ámbito.

Si va a una región específica de la Tierra, como el Gran Cañón, ¿de qué rocas tomaría muestras para estudiar y conocer a fondo esa región? Esto sigue siendo algo complejo de decidir. Es similar a la tarea a la que se enfrentan los astronautas cuando eligen de qué rocas tomar muestras en la superficie de la Luna.

Formas en que la inteligencia artificial puede ayudar a los astronautas con las rocas espaciales

Los astronautas realizan muchos preparativos antes de viajar al espacio. La principal prioridad es que el viaje sea seguro y se realice con éxito hasta el destino. Pero uno de los principales objetivos de viajar a la Luna es recopilar especímenes para poder comprender mejor el satélite y el sistema solar.

¿Alguna vez ha paseado por la playa en busca de piedras llamativas o peculiares? Se puede pasar varias horas buscando, intentando no perderse nada especial, pero no se agacha a examinar todas las que encuentra. La superficie de la Luna está totalmente cubierta de muestras que un astronauta podría recoger y traer de vuelta a la Tierra. Y los tipos de rocas no son fáciles de identificar a simple vista.

En la Luna, el basalto y la roca de feldespato son tipos comunes de rocas. De la última se formó la primera corteza de nuestro satélite. El regolito es una capa de roca y suelo que se ha roto por el impacto de la colisión de objetos. Otro tipo de roca que se encuentra en la Luna es la brecha, que es una combinación de otras rocas rotas. Por tanto, la composición química de estas rocas puede ser similar a la de los tipos originales, pero es posible que al astronauta no le hayan pedido que las recoja.

Además, las fotografías de las rocas que verá en esta ruta de aprendizaje ya se han limpiado. Son fotografías de estudio, con una buena iluminación y en primer plano. La capacidad de identificar estas rocas sobre la superficie lunar, dentro de un traje espacial, sin poder tocarlas y con una iluminación que no es la idónea, lo complica todavía más.

Esta es una fotografía de una roca de basalto:

Photo of basalt rock sitting on a flat surface.

Esta es una fotografía de una roca de feldespato:

Photo of highland rock sitting next to a ruler on a flat surface.

En esta fotografía se muestra una zona en la que un astronauta podría buscar rocas:

Photo of the Moon's surface from the Apollo mission, showing a measuring device.

Ser único no siempre es algo positivo

Otro aspecto de la recolección de rocas espaciales que puede ser difícil de conceptualizar es el procedimiento para recoger rocas que parecen "diferentes". Si ve una roca blanca rodeada de rocas negras, el instinto de una persona es recoger la roca blanca e ignorar todas las rocas negras. Pero si solo se recoge esta roca blanca, no se proporcionará una descripción de las rocas "promedio" de la zona, sino solo de esa. Por tanto, también se pide a los astronautas que tomen muestras de las rocas negras para obtener una representación precisa. Una técnica habitual consiste en tomar diez rocas similares de la zona y, después, elegir las que parezcan distintas.

Los vehículos de exploración lunar

Una cosa es conseguir que los astronautas aprendan sobre rocas, pero usar vehículos para seleccionar las correctas en la Luna también es complicado. Se necesita mucho tiempo para enviar instrucciones a un vehículo a tanta distancia, por lo que muchas deben ser sencillas, como avanza o gira a la derecha. Además, como verá en esta ruta de aprendizaje, resulta complicado que un equipo identifique con precisión las rocas sobre el terreno, cuando para crear el modelo de inteligencia artificial las rocas utilizadas se han limpiado y fotografiado con medios profesionales. Las rocas sobre el terreno están cubiertas de suciedad y polvo, la iluminación puede ser deficiente, hay muchas sombras y el entorno circundante está formado por materiales de aspecto similar. Es posible que las rocas de la superficie lunar no se parezcan a las de las fotografías del laboratorio, aunque sean del mismo tipo.