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Aplicaciones personalizadas

Normalmente, las aplicaciones personalizadas realizan una tarea específica para algunos DBMS. Por ejemplo, una aplicación puede recuperar datos de un único DBMS y generar un informe, o puede transferir datos entre varios DBMS. Lo que estas aplicaciones tienen en común es que estos DBMS se conocen antes de escribir la aplicación y es poco probable que cambien durante la vida útil de la aplicación.

Por lo tanto, la aplicación personalizada requiere poca o ninguna interoperabilidad. El desarrollador de aplicaciones puede elegir un único controlador para cada DBMS y programar directamente para esos controladores. La aplicación puede contener código específico del controlador de forma segura para aprovechar las funcionalidades de esos controladores e, incluso, hacer llamadas a la API de base de datos nativa para usar la funcionalidad no compatible con ODBC.

La principal preocupación de interoperabilidad de la mayoría de las aplicaciones personalizadas es si los DBMS de destino cambiarán en el futuro. Si es así, para empezar, este proceso se puede simplificar escribiendo código más interoperable. Sin embargo, un cambio tal de DBMS es poco frecuente y, por lo general, conlleva una gran cantidad de trabajo. Debido a esto, los desarrolladores de aplicaciones personalizadas muy pocas veces eligen aumentar la interoperabilidad a costa de la funcionalidad; normalmente eligen volver a programar esa funcionalidad cuando cambian los DBMS.